... que morir en el sueño.

Primero, mis disculpas con quienes me comprometí para llevar o recibir encargos. Mañana tengo clases y pega así que podré estar atento o entregar lo que me han pedido (para la prácticas o los apuntes de otros ramos).

Lo más probable, quizás al momento de buscar motivos a mi ausencia, es que hayan pensado en que me encontraba enfermo y no pude asistir. No, no ha sido así.
Quizás olvidarme del título, patear el ramo. No, tampoco.. fue una mezcla entre colapso y miedo, luego soluciones y relajo para terminar en condoro. No un condorito, Don Condoro.

Causas
Este último tiempo, luego del prisma, he dudado en cada paso del proyecto.
Si bien hay cosas que he solucionado, existen otras que me incomodan y aletargan.
Suelo pensar constantemente en cada paso a realizar en la metodología del proyecto. Si dudo reviso nuevamente los apuntes, las correcciones... lo que se ha presentado, lo que se ha cambiado, lo que no debo olvidar hacer.

Surgen ideas y se desploman en autocríticas, intento conservarlas para tenerlas presentes y no hacen más que estorbar.

"No tenía miedo a las dificultades.
Lo que le asustaba era la obligación de tener que escoger un camino.
Escoger un camino significaba abandonar otro".

Visto hace una semana, en una clase.


En un principio la temática del proyecto no me convencía. Me fijé en un hospital por una oportunidad que se había presentado, pero terminé observando problemáticas mucho más importantes y 'humanas' que un wayfinding.
Confieso que, hoy, me he enamorado del proyecto... por su razón de ser, por su carácter social, por la posibilidad de ayudar y no vender pomadas... pero también confieso que tengo un miedo gigante a no cumplir con los objetivos, a perderme en el camino, a cagarla por completo.

La semana pasada estuve en todo momento con la sensación de inutilidad. Todo lo que pensaba, observaba, anotaba o intentaba analizar resultaba incoherente o insignificante a los encargos. ¿Por qué estoy viendo esto si en realidad no sirve?, ¿cómo pude llegar a esto?, ¿existe algo mejor?.
Mi tercera confesión: el jueves pasado no quería ir a clases. El miércoles me sentía conforme con el abstract y los objetivos, pero no así con la intervención y el naming. No tenía nada para el jueves y no quería ir a 'dar jugo', hacerlos perder el tiempo o, en definitiva, pasar un mal rato.

Ya estaba en el Duoc así que decidí llamar a Mei. Como buena pepa grilla me recomendó (por no decir obligó) a quedarme y asistir a clases. Le agradezco, fue una clase inesperada, con comentarios constructivos, un pequeño golpe anímico. Pequeño, porque luego llego a casa y se repite el ciclo de dudas, del no saber que hacer, de confusiones y colapsos.

Así llegó el fin de semana. Los referentes que tenía ya no tenían valor (si, los de las entradas anteriores), los contenidos me parecían absurdos (también están en el blog), no tenía idea de que forma poder intervenir y ayudar, para qué hablar de un nombre para el proyecto.

Me dediqué a repasar lo que tenía, a ordenar, a categorizar y relacionar lo que tenía anotado en las libretas y en el computador. Recién ayer, lunes, pude sentirme tranquilo para seguir avanzando. Quizás la presión hace el trabajo, nos avisa que se viene todo encima y actuamos como si fuesen reflejos.

En un momento de desesperación recordé 'la mosca en la pared', mencionada por Julio como ejemplo de la guía de IDEO.
Basándome en esa idea pude relacionar algunos referentes, las condiciones del lugar y la situación de los usuarios.


Flughumor, de Magnus Muhr



Efectos:

Entonces había dado con algo... pude sentirme aliviado, tenía en mente como solucionar los pasos a seguir.
Era tarde, ya de madrugada pero podía 'dormir en paz'... y fue ese el problema: tomar literalmente esa frase, hacer cálculos de tiempo para poder descansar y retomar el trabajo con tiempo para poder terminarlo sin babear el teclado.

..."luego soluciones y relajo para terminar en condoro. No un condorito, Don Condoro."


Si, la cagué. Si no fuese por Pincha hubiese despertado para tomar once.
Cuando lo hice ya era tarde. Debía estar, a lo más, imprimiendo... pero incluso en esa situación estaba corto de tiempo.

No hice más que volver frente al computador y terminar lo que la noche anterior había determinado.
Y por último, también confieso que soy bueno para salir de un problema y meterme en otro. Antes morir de sueño que morir en el sueño.